Tegucigalpa ofrece un espacio natural e histórico de recreación en el Cerro Juana Laínez, considerado un símbolo de identidad para todos los capitalinos.

De acuerdo con documentos históricos, el nombre del cerro proviene de Juana Laínez, una vecina de Tegucigalpa que fue esposa del señor Sebastián Rodríguez, minero y transportador de metales. Por tradición, el cerro tomó el nombre de su propietaria, quien utilizaba estas tierras para la cría de ganado y cultivos. Con el paso del tiempo, las propiedades cambiaron de dueño hasta que, en 1910, el terreno fue adquirido por el Estado de Honduras.

Senderos
El Parque Cerro Juana Laínez cuenta con una red de senderos accesibles para todo tipo de visitantes. Dispone de caminos peatonales, ciclovías y áreas con acceso limitado para vehículos de servicio y personas con discapacidades.

Flora y fauna
La flora y fauna del parque son verdaderos tesoros naturales que los visitantes pueden disfrutar en este sitio histórico, considerado uno de los principales pulmones verdes de la capital. En su territorio se encuentran 342 especies de plantas y árboles, que aportan vida y frescura al entorno.